Que una persona conozca que posee el rasgo de la Alta Sensibilidad es importante en la medida en que puede informarse y conocerse en mayor profundidad, pudiendo aprender a reconocer y atender mejor sus propias necesidades.
Si reconocerse PAS en la adultez puede significar un antes y un después en la propia vida, el hecho de que los adultos que cuidan de un Niño Altamente Sensible (NAS) detecten el rasgo en él a temprana edad es aún más importante.
Si un NAS se desarrolla en un contexto en el cual se cuenta con información sobre el rasgo, y en el cual se reconozcan y atiendan sus necesidades particulares, brinda un panorama totalmente diferente para su presente y su futuro. Que sea comprendido y respetado tal como es, no sólo aumenta las probabilidades de que el niño tenga una infancia más feliz, sino que aprenderá a comprenderse y cuidarse desde pequeño, aprendizaje que incorporará y lo acompañará durante toda la vida.
Quizás, has llegado a este artículo en busca de respuestas para el comportamiento de tu hijo. Puede que hayas notado que es diferente a otros niños o, incluso, a otros de tus hijos. También es probable que hayas recibido gran cantidad de comentarios y consejos por parte de tu entorno, ya que quienes sienten un gran cariño por él pueden encontrarse preocupados por su forma de ser que es, en cierta medida, alejada del promedio. A partir de esto, puede que hayas buscado y encontrado información referida a diferentes trastornos, como autismo o trastornos de déficit de atención o hiperactividad. Sin embargo, has notado que ninguna de estas descripciones encaja del todo con la personalidad de tu niño.
Por este motivo, mi propuesta aquí es acompañarte en el camino de comprender cómo se expresa el rasgo de la Alta Sensibilidad en la infancia. Esto puede resultar útil no sólo para padres o tutores, sino también para maestros, médicos y otros adultos y profesionales que acompañan al niño en su desarrollo. Con ese objetivo, a continuación detallo algunos ejemplos de cómo se puede reconocer el rasgo en la infancia, teniendo en cuenta los cuatro pilares de la Alta Sensibilidad en Niños según lo ha investigado la Dra. Elaine Aron.
1. Profundidad del procesamiento de la información recibida: en principio, es necesario comprender en qué consiste este pilar del cual se derivan los demás. El mismo, hace referencia a una capacidad acrecentada del pensamiento y las emociones que les permite discriminar lo que perciben con un alto grado de sutileza. Tal como señala la Dra. Aron, no se trata de un desarrollo perceptivo en los órganos de los sentidos. Este procesamiento es llevado a cabo por el sistema nervioso, por lo cual se produce en gran medida de manera inconsciente. Por este motivo, podrás encontrar que el niño tiene reflejos más veloces que los demás, que se ve más afectado por el dolor, por los medicamentos y los estimulantes, como así también que tiene un sistema inmunológico más reactivo, lo que puede llevarle a padecer alergias. Sin embargo, este procesamiento profundo también tiene consecuencias que pueden notarse en sus conductas o reacciones las cuales, muchas veces, pueden resultarte difícil de comprender. Como ejemplo, se pueden señalar el hecho de sobresaltarse fácilmente por sonidos fuertes o estímulos inesperados, o llorar ante luces brillantes que les da en los ojos. A medida que el niño crece, podrás notar que observa y reflexiona antes de actuar, conducta que podría confundirse equivocadamente con timidez o temor. Por otra parte, encontrarás que realiza preguntas profundas, que utiliza palabras que corresponden a una edad más madura, que presenta un ingenioso sentido del humor y que puede tener dificultad al momento de tomar una decisión. Asimismo, podrás notar que tiene a una inusual creatividad, una gran intuición y que tiende a ser muy concienzudo.
2. Sobreestimulación: como consecuencia del profundo procesamiento sensorial, los NAS se sobreestimulan con mayor facilidad que otros niños. Esto puede expresarse a través del llanto o el colapso luego de un día ajetreado e, incluso, la dificultad para dormirse después del mismo. Con días ajetreados no sólo se hace referencia a la realización de actividades que el niño no haya deseado realizar o que no lo implicaran directamente, ya que incluso un día divertido y de gran disfrute dedicado a él implica una gran cantidad de estímulos, muchos de ellos novedosos, lo cual conlleva también un profundo procesamiento de esta experiencia. Debido a esto último, es común que a los NAS no les gusten las fiestas sorpresa o las fiestas en general, los deportes en equipo o hablar en público. Como explica la Dra. Aron, este tipo de conductas suelen tener su origen en que el niño busca evitar la sobreestimulación. Por este motivo, suelen necesitar un tiempo extra de inactividad o de juego reposado. Otro tipo de conductas o reacciones que podrás notar, y que podrías considerar exageradas desde tu propia experiencia, son su gran conmoción ante los cambios, el dolor, los ruidos, el frío y el calor. Es típico en NAS sentir una gran molestia por las etiquetas de la ropa o cuando ésta se encuentra húmeda, por una arruga en la media, e incluso por el dolor que pueden provocarle en el cuero cabelludo algunos peinados en particular. Todas estas reacciones suelen llevar a que el niño sea considerado quisquilloso o quejoso, pero es necesario que puedas comprender que no se trata de un capricho ni de sensaciones que se pueden pasar por alto. Se trata de incomodidades y necesidades reales de los NAS que requieren ser atendidas en su justa medida.
3. Alta Emocionalidad y Alta Empatía: los NAS experimentan las emociones de manera intensa, y esto está relacionado con el procesamiento profundo de la información, ya que aquellas son las que señalan a todo ser humano a qué prestar atención, qué aprender y qué memorizar. Asimismo, los NAS desarrollan una gran empatía, esto es, la capacidad para ponerse en el lugar del otro. Es por este motivo que prestan una especial atención a gestos faciales y otras pistas de carácter social. Esto les lleva a verse más afectados por es estado de ánimo de quienes le rodean, sufren cuando ven sufrir a los demás y se interesan desde pequeños en temas de justicia social, pudiendo sentirse consternados cuando presencian un acto de crueldad o una injusticia. Ellos lo sienten todo con gran profundidad, por lo que pueden llorar con facilidad, a partir de sus comentarios podrás sentir como si te leyera la mente, también podrás encontrar una tendencia a ser perfeccionista o a reaccionar intensamente ante un pequeño error. Por otra parte, notarás su gran empatía en la conexión que establece con los animales y las plantas, lo cual lleva a que poco a poco pueda desarrollar un gran interés en temas como la protección de los derechos de los animales y la ecología.
4. Sensibilidad ante los estímulos sutiles: la profundidad del procesamiento de los estímulos es la que les permite captar gran cantidad de detalles que a otros niños parecieran no afectarles, y con esto nos referimos a estímulos físicos como olores, sabores, texturas, luces y sonidos. Esta capacidad acrecentada es la que puede llevarles a notar cambios en los ambientes o en el aspecto físico de las personas, como así también detalles que podrían tener consecuencias en sus decisiones, como el evitar ingerir un alimento en particular. Por otra parte, también captan la sutilezas en estímulos sociales como gestos, el tono de la voz o la mirada, lo que puede llevarle actuar en consecuencia, por ejemplo, saber cuándo su padre no se siente bien o está enojado o cuando alguien no está siendo sincero.
Teniendo en cuenta estos cuatro pilares es que podrás leer desde un nuevo lugar los comportamientos y reacciones tu niño. Esto resulta de gran ayuda en la medida en que, tal como destaca la Dra. Aron, uno de los puntos más importantes en la crianza de un NAS es tener en cuenta su necesidad de mantener un nivel óptimo de estimulación, y aprender a lograrlo no es algo que encontrarás en los libros de crianza con los que hoy contamos, ya que muchos de los métodos que estos proponen podrían ser contraproducentes. Como consejo general, te sugiero que aprendas a conectar con sus necesidades y emociones. Negar su realidad o compararlo con otros niños no será de ayuda para ninguno de los dos. Puede que no comprendas en un principio qué es lo que le sucede, pero si te acercás a él desde un lugar de conexión y de búsqueda de soluciones, él sabrá apreciarlo, sentir que puede contar con vos y, por lo tanto, podrá crearse un vínculo positivo para ambos.
Para realizar el test de Alta Sensibilidad en Niños, hacé clic aquí.