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Foto del escritorLeonor Cáceres

Relación de Pareja y Personas Altamente Sensibles

Actualizado: 18 ene 2020

¿Cómo experimenta una Persona Altamente Sensible el amor? El concepto de amor y la forma de vivenciarlo siempre va a ser en gran medida subjetivo. Como hemos visto, no sólo estamos influenciados por rasgos de personalidad innatos, sino también por nuestras circunstancias vitales particulares y las concepciones culturales de la sociedad en que vivimos.



Habiendo aclarado esto, en este artículo focalizaremos en la experiencia del amor teniendo en cuenta los pilares de la Alta Sensibilidad, sabiendo que las excepciones y los matices siempre están presentes.


Si hay una palabra que caracteriza a las Personas Altamente Sensibles es "intensidad" y, por supuesto, también aplica al amor. En las diferentes etapas que atraviesa una relación de pareja, las experiencias compartidas con la persona amada siempre son intensas, desde el momento del enamoramiento hasta la convivencia y la concreción de proyectos en común, entre los que muchas veces se encuentra la conformación de una familia.


De por sí, enamorarse es una experiencia maravillosa para toda persona. Esta etapa suele llamarse de "encandilamiento", lo cual alude a ese inicio en el cual sólo se perciben los aspectos positivos del objeto de amor, produciendo su idealización, lo cual lleva a una gran admiración por el otro y una sensación de grandiosidad y expansión. La vida se llena de color.


Si recordamos los pilares de la Alta Sensibilidad, encontramos que las vivencias se procesan con mayor profundidad y una alta emocionalidad, por lo cual el enamoramiento suele provocar una gran conmoción en la vida de la persona. La alegría y los temores por igual surgen con mayor intensidad respecto a la mayoría, por lo cual este estado puede provocar una cierta confusión, sobreestimulación e incluso insomnio, especialmente en la adolescencia.


La forma en que cada quien ame y busque ser amado, siempre estará matizada por la forma en que aprendió a amar y ser amado. Sin embargo, a partir de las características de la Alta Sensibilidad, puede encontrarse que muchas PAS consideren de gran importancia la experiencia compartida, esto es, una buena conexión tanto física, como cognitiva y emocional con su pareja.


La sexualidad suele ocupar un lugar importante, especialmente por el significado que adquieren los encuentros sexuales, que suelen ser vivenciados como experiencias de una dimensión superior y ser disfrutados en plenitud. La multiplicidad de estímulos sensoriales que se generan son procesados en profundidad, al tiempo que esto se mezcla con la connotación emocional que acompaña el hecho de compartir con el ser amado. No es raro que, durante estos encuentros, la persona pueda saturarse por la sobreestimulación producida por la gran cantidad de información procesada; incluso, que pueda llegar a las lágrimas por las fuertes emociones que atraviesa (especialmente, en las primeras etapas de la relación).


Por otra parte, sabemos que quien es Altamente Sensible valora las conversaciones de calidad, en la cuales se puede profundizar, reflexionar y compartir ideas. Por ello, en tanto la pareja es la persona a quien se elige para compartir la vida desde la intimidad, le resultará muy enriquecedor poder compartir con ella conversaciones que permitan la reflexión, la conexión y el aprendizaje mutuo. Asimismo, compartir momentos a solas, donde no haya grandes distracciones que impidan sentirse en sintonía, siempre será valorado. Las PAS disfrutan del contenido emocional de los pequeños detalles, por lo que en muchas ocasiones le darán mayor importancia a la calidad de la conexión antes que la actividad en sí misma.


Por último, la reciprocidad emocional y empática adquiere gran relevancia. Por lo general, a quien es Altamente Sensible le cuesta abrirse en un principio pero, una vez que lo hace, se entrega por completo. Su pareja suele ocupar un lugar privilegiado, a quien no sólo le brindará sin condiciones su tiempo, su escucha y su apoyo sino que, debido a su facilidad para ponerse en el lugar del otro, estará atenta a sus necesidades y deseos, buscando complacerla para que se sienta cómoda y a gusto. Puede que los límites se desdibujen fácilmente, queriendo hacer a su pareja parte de cada aspecto de su vida y, en la misma medida, implicarse en la suya. Sin embargo, es necesario prestar atención a esta tendencia a "perderse en el otro" y aprender a cuidar y respetar los espacios personales (al respecto, puede interesarte el artículo "Los límites en las relaciones").


Llegados a este punto, deseo hacer una aclaración. Como ya hemos visto, es común que te sientas incomprendido debido a tu sensibilidad. Por lo tanto, esto puede ser experimentado también en tu relación de pareja, lo que incluso puede resultar aún más doloroso que en otros vínculos. Particularmente, si tu pareja no es PAS, tendrás que tener presente que probablemente viva con menor intensidad ciertas experiencias, que no procese con tanta profundidad ciertos temas o que no les dé la misma importancia que vos. Pero esto no significa que no te ame o que no esté implicada en la relación.


Por el contrario, esto te invita a que puedas aprender a conocerla desde su singularidad, conocer su forma de amar y de expresar amor, reconocer que las diferencias siempre existen. Del mismo modo, tu pareja también deberá aprender a conocerte, y en ese camino vos podés acompañarla. Para ello, es importante que haya una buena comunicación. Ayudarle a saber cuáles son tus inquietudes, tus deseos, tus intereses y gustos, siempre es necesario. No puede darse por sentado que el otro sabe cómo sos, cuáles son tus intenciones o qué esperás recibir.


Es por esto tan importante que, si sos PAS, puedas comprenderte desde este lugar, saber que la forma en que vivís es particular. Conocerte desde la Alta Sensibilidad no sólo implica reconocer tus particularidades sino también reconocer las del otro, ser consciente de que sus experiencias son diferentes, y ambas formas deben ser valoradas y respetadas por igual.


Tenemos que tener en cuenta que aquello que no gestionamos en lo personal es llevado al vínculo amoroso, como a todos los ámbitos de nuestra vida. Pero, por todo lo que implica una relación de pareja, desde momentos de intimidad hasta la creación de proyectos en común, las posibilidades de que las heridas personales se resientan y reactualicen son mucho mayores que en otras áreas de la vida. En este caso, se suman las experiencias de alguien más, quien además tendrá sus propias concepciones y objetivos.


Es por ello que los conflictos, los modos de resolución, los intereses, las circunstancias de vida por las que atraviesa cada pareja, son particulares del vínculo que cada una construye y, al respecto, no puede hablarse en términos generales. Sin embargo, en cuanto a los objetivos, uno de los más importantes es el de propiciar que la relación se transforme en un espacio constructivo que les permita a ambos disfrutarse y crecer juntos.


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